
-He pensado que había algo que quería intentar.
Y volvió a tomar mi cabeza entre sus manos. No pude respirar.
Vacilo... No de la forma habitual, no de una forma humana, no de la manera en que un hombre podría vacilar antes de besar a una mujer para calibrar su reacción e intuir como le recibiría. Tal vez vaciaría para prolongar el momento, ese momento ideal previo, muchas veces mejor que el beso mismo.
Edward se detuvo vacilante para probarse a si mismo y ver si era seguro, para cerciorarse que aun tenia bajo control su necesidad.
Entonces sus fríos labios de mármol presionaron muy fuertemente los mios.
Para lo que ninguno de los dos estaba preparado era para mi respuesta.
La sangre me hervía bajo la piel quemándome los labios. Mi respiración se convirtió en un violento jadeo. aferre su pelo con los dedos, atrayéndolo hacia mi, con los labios entreabiertos para respirar su aliento embriagador. inmediatamente, sentí que sus labios se convertían en piedra. Sus manos gentilmente pero con fuerza, apartaron mi cara. Abrí los ojos y vi su expresión vigilante.
-Huy! -musite
-Eso es quedarse corto.
Sus ojos eran feroces y apretaba la mandíbula para controlarse, sin que todavía se descompusiera su perfecta expresión. sostuvo mi rostro a escasos centímetros del suyo, aturdiéndome.
- Debería...?
Intente desasirme para concederle cierto espacio, pero sus manos no me permitieron alejarme mas de un centímetro.
-No. Es soportable. Aguarda un momento, por favor. -pidió con voz amable, controlada.
Mantuve la vista fija en sus ojos, contemple como la excitación que lucia en ellos se sosegaba. entonces, me dedico una sonrisa sorprendentemente traviesa.
-Listo! -exclamo, complacido consigo mismo.
-Soportable? -pregunte
-Soy mas fuerte de lo que pensaba -rió con fuerza-. Bueno es saberlo.
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